Pasta!

Pasta!

Pero nunca para salir del paso. Se puede hacer rápido y rico y con ponerle un poco de ganas y respetar y seguir 
los pasos de los que lo hacen más y mejor (a.k.a. italianos) entre todos acabar con esa vergüenza nacional que es
la carbonara con nata, echar sal en vez de aceite al agua hirviendo, tener un poco de amor propio a la hora de elegir 
la pasta seca y entender por qué el tomate frito de bote es ETA y el queso no es queso si solo pone “queso” y no 
qué queso.

Esta pasta es casi una puttanesca, está lista en un plis y me pone muy contenta 
hacerla, comerla y compartirla.
 
 La receta que sigo hace casi 10 años es la de la Zuccheriera:  
 
http://zuccheriera.blogspot.com.es/2007/06/sugo-alla-puttanesca.html 
 
La Zuccheriera es a la generación blogger lo que el libro de Yo, en la cocina de Sofía
Loren supuso para madres como mi madre, que aunque solo tenían acceso a las 
pastas Gallo, se preocupaban por freir el tomate, rallar el queso y buscar ese
“dente” del que hablaban los libros. 
 
Vivir en Extremadura y no aprovechar los recursos a tu alcance 
(tomates, cerdo ibérico,queso de oveja curado como sustituto del pecorino) para
hacer una buena amatriciana debería estar prohibido, ¿verdad, mamá?.


A ver qué pasa


Como varias veces todos los días y desde hace años comparto fotos o historias sobre lo que como, en casa o fuera, explicando por qué, dónde, con quién, cuánto y a veces cómo. Aquellos que hayáis seguido mi rastro digital sabréis que he desperdigado recetas, críticas, reportájes fotográficos y hasta algún artículo por webs, blogs y todas y cada una de las redes sociales mayoritarias y alguna que otra menos transitada (ay N-1). 

Esto es un intento más de comer y contarlo, y hacerlo rico y bonito. Porque estoy lejos, porque me lo pide mi madre y porque me gusta cuando os gusta :)


A ver qué pasa.